En ocasiones vivimos pensando en el pasado. La famosa frase de "Tiempos pasados fueron mejores" parece tatuada en nuestra mente. Está bien recordar el pasado, forma parte de lo que fuimos y hace que seamos lo que hoy somos, pero no debemos anclarnos a él como un barco que tiene miedo de perderse en alta mar. Recordar el pasado con cariño es maravilloso, y con rencor, quizá, también, si eso hace que no volvamos a cometer los mismos errores. Lo cierto es que yo a los momentos pasados les tatuaría otra frase, "El pasado, pisado".
El presente, como su propio nombre indica, es un regalo. Cada día que nos despertamos, cada sonrisa, cada palabra son únicos y debemos valorarlos, porque, al fin y al cabo, es lo único real. Disfrutar del presente hace que nos labremos un futuro que nos guste y que recordemos el pasado con felicidad y no con nostalgia.
El futuro es incierto. Nadie sabe lo que le depara la vida, y menos mal, porque es lo que la hace divertida, no saber que va a pasar. Como cuando es tu cumpleaños y esperas con emoción los regalos y le dices a la gente "dime que es", y ellos te contestan "te lo digo", y tu "no,no,no, quiero que sea sorpresa". Pues eso es el futuro, una maravillosa sorpresa.
"Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo"
Proverbio árabe