Hoy te toca ser feliz...

Este post lo ha inspirado una canción preciosa de Mago de Oz, una de esas canciones que hacen que un día gris de pronto adquiera otros matices. 

Hoy, en cuanto abrí los ojos y limpié un poco la pereza, me vi tarareando esta canción. Fue como si apareciese por sorpresa en mi mente. No sé si fue porque ayer tuve un día bastante desastroso, o porque es una de mis canciones favoritas, pero lo cierto es que pensé: "sí, Alba, hoy te toca ser feliz".

No me explayo más porque creo que la canción ya habla por si sola.

"Cuando un sueño muere es porque se ha hecho real"

Mago de Oz

Buscando estrellas...

Sólo quería ver las estrellas. Quería volver a sentirse como la noche en la que se sentó frente al mar y disfrutó de un cielo estrellado. Hizo un trato con las nubes para que le dejasen disfrutar de la belleza del firmamento. Salió a observarlas, pero no estaban. Se sintió abrumada por la negrura del cielo, no estaban los puntitos luminosos que a ella le hacían tan feliz. No cejó en su empeño y siguió buscando y buscando pero se vio sola dando vueltas, con su cabeza apuntando al cielo y sus ilusiones enterradas bajo tierra. No se frustró, sí que se sintió apenada, pero sabía, porque ella siempre encontraba el lado positivo a las cosas, que si ese día no había podido ser seguramente fuera porque SUS estrellas estarían confabulando para darle la escena perfecta.

"Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas"

Rabindranath Tagore

El valor del silencio...

La oscuridad es paliada por la luz. Eso nos lo demuestran nuestros padres cuando somos pequeños y dejan que un haz de luz entre por la puerta para que no sintamos miedo. El silencio lo es por el ruido. De ahí el sonido constante de la televisión en las casas de las personas con miedo a la soledad. Pero existe un hecho que no es posible mitigar, son las voces que retumban en tu cabeza. ¿Quien atenúa esas voces que sigues escuchando aún con la música a todo volumen? 

Los pensamiento van y vienen. Unos incluso se solapan a otros. Luchamos por controlarlos porque no queremos escuchar lo que tenemos que decirnos. 

En un debate escuchamos a los demás y después rebatimos. Entonces, ¿por qué nos cuesta debatir con nosotros mismos? El silencio nos brinda la oportunidad de poder hacerlo. Nos invita a escuchar que es lo que queremos decirnos para poder rebatirlo de forma consciente. No todo lo que pensamos es cierto, pero es algo tan involuntario que decidimos creerle. 

Antes de luchar debemos conocer a que nos enfrentamos. 

"Hay personas silenciosas que son mucho más interesantes que los mejores oradores."

Benjamin Disraeli

Recuerdos soñados...

Recuerdo la primera vez que te vi. Deseé que el tiempo se detuviese para poder pasar más tiempo a tu lado, pero el tiempo siempre juega en nuestra contra. Puede hacer que las horas parezcan siglos o que un día parezca un segundo. Me cogiste la mano y me llevaste al paraíso. Tus ojos no mentían, sabía que era lo que estabas pensando. Eso es lo que más me atrajo de ti, tu sinceridad, tus cumplidos manidos que dichos por ti sabía que eran sinceros. Miramos el mar y me agarraste la cintura, escuchaste todo lo que esa escena me hacía sentir. Te pusiste en frente de mí con la excusa de querer mirar esa escena desde mis ojos. Me agarraste y tiraste de mí. Sentí tu cuerpo pegado al mio y no pude evitar ponerme nerviosa. Sabía lo que iba a pasar y, como en aquel capítulo de Dawson crece, dijiste que contarías hasta diez mentalmente antes de besarme para darme tiempo a apartarme. Esos diez segundos me parecieron horas, dijiste diez y me besaste. Un beso dulce, perfecto. Entonces me desperté y supe que nada de eso había pasado, pero me pareció tan real. Lo peor no fue ese falso despertar si no el verdadero. ¿Puede una persona tener recuerdos dentro de un sueño? La respuesta es sí, yo hoy lo tuve y el dolor se multiplicó, ya que me sentí doblemente engañada.

El espejo...

Se despertó en su oscura habitación y evitó mirarse al espejo antes de salir. Hacía tiempo que estaban enfadados, bueno ella lo estaba. Hacía tiempo que él evitaba darle el reflejo que ella pensaba merecer. Salió como siempre, sin arreglarse, una ducha rápida, dientes limpios y lo primero que cogió en el armario. Se peinó por el camino con un moño mal hecho y quitó el polvo acumulado en sus gafas frotándolas contra su camiseta. Así transcurrían sus días sin que nadie pudiese hacer nada por sacarla de su equivocación. Cada vez que se miraba al espejo era una tortura, lo único que hacía era juzgarse. Parecía que el abogado defensor había tirado la toalla y ella siempre resaltaba como la mejor fiscal.

Un día todo eso cambió, se dio cuenta de que no merecía la pena estar enfadada con un objeto y quiso hacer las paces. Empezó a quererse un poco más y de pronto la vida se llenó de color. Su habitación, hasta entonces oscura, dejó de serlo, y, aunque siempre tendrían sus más y sus menos, lo cierto es que llegaron a ser buenos amigos.

Derrumbando muros...

Con la "celebración" del 50 aniversario del alzamiento del muro de Berlín la semana pasada, empecé a pensar en la costumbre tan arraigada en el ser humano de poner límites a todo. No sólo me refiero a las fronteras geográficas, a esas líneas invisibles que hacen que sin conocernos de nada podamos llegar a ser enemigos, si no a los muros que nos ponemos a nivel personal. 

Nos ponemos enormes murallas en nuestras relaciones. Recuerdo unas palabras que me dijo una de mis mejores amigas: "Te has creado un muro tan grande que nadie es capaz de saltar al otro lado", y es cierto. 

Murallas laborales. Nos marcamos unos límites en el trabajo pensando que no vamos a poder ir más allá de nuestras propias limitaciones, cuando no es así.

Hasta ponemos límites a nuestro sueños por creerlos inalcanzables. Hasta eso que sólo reside en nuestra cabeza tiene que presentar batalla contra nuestra particular muralla.

¿De verdad necesitamos murallas? ¿De verdad necesitamos unas estúpidas fronteras que nos separen? ¿Por qué no nos lanzamos libremente a la experiencia de vivir?

"Dios no ha creado fronteras. Mi objetivo es la amistad con el mundo entero."

Gandhi

¿Y si hoy fuese tu último día?

Hoy me desperté con esa pregunta en mi cabeza. ¿Qué haría si este fuese mi último día en la tierra? ¿Madrugaría para poder exprimir al máximo hasta los últimos segundos del día? ¿Le diría a la gente que quiero lo que significan para mí? ¿Saldría a disfrutar de la naturaleza y sonreiría a todo el que me encontrase?

Existe un proverbio chino que dice "Vive cada día de tu vida como si fuera el último...un día acertarás". Me parece uno de los mejores consejos que te pueden dar. No se trata de no cumplir con tus obligaciones, se trata de cambiar la forma de verlas.

No sé si hoy es mi último día, espero que no, pero por si acaso voy a:

Regalar millones de sonrisas.

No tener miedo al rechazo porque me impedirá lograr mis metas.

Amar sin miedo.

Decir lo que siento y pienso.
Ayudar a quien me necesite.

 Mimarme. En ocasiones no es malo ser egoísta.

Pero sobre todo, voy a sacarle todo el jugo a mi vida.

Eclipsando el amor...

Esta entrada se la quiero dedicar a tres personas muy especiales, a mis dos guardaespaldas favoritos, sí sois vosotros, Brais y David, y a Noe que es mi niña hermosa. Ellos fueron los que me inspiraron.

Ayer por la noche volví a asomarme a la ventana, pero esta vez mis ojos no contemplaron la tierra, si no que se alzaron hacia el cielo. Me sentí abrumada por la belleza que desprendía, al fin y al cabo, aquí pocas veces las nubes nos dejan ver las estrellas. 

Empecé a pensar en la relación de la Luna y el Sol, dos astros condenados a amarse pero a vivir separados durante largo tiempo. Sólo el eclipse es capaz de juntarles, pero apenas dura un suspiro. En ese preciso instante una pregunta acudió a mi mente, ¿acaso no es esa la relación que yo quiero? ¿Estaré destinada a ser una Catalina moderna que, aún pudiendo ver más a su Lorenzo, prefiere no perder su independencia? 

Cierto "adivino" me dijo que, en uno de mis viajes por el mundo, iba a encontrar a mi príncipe. Sólo espero que si de verdad aparece, entienda que yo sólo podría proporcionarle mi amor en los días de eclipse.

"Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, si no cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta."

Sam Keen

Desde mi ventana...

Me encanta sentarme en el alfeizar de mi ventana y mirar el parque que hay debajo. Es como mirar un cuadro de Renoir pero en movimiento. Cada persona, animal o objeto se comportan de forma natural, sin saber que están siendo los protagonistas de mi cuadro. 

Me encanta ver las escenas cotidianas, me demuestran que aunque tú te pares, el mundo sigue.

Cuando uno está pasando un mal momento, o planteándose ciertas cosas, siente como si el mundo se parase. Como si de pronto todo el universo pensase: "Ah, tal persona no se encuentra bien, ¡detengámonos!". Para mí, el  hecho de mirar por la ventana y ver que la vida continúa me devuelve a la realidad, me hace ver que no soy el ombligo del mundo, y que si el mundo nunca se detiene yo tampoco tengo porqué hacerlo. 

Los pájaros siempre seguirán cantando, las personas seguirán interactuando, la naturaleza continuará creciendo y yo quiero seguirles el ritmo.

"Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único." 

Agatha Christie

Libertad personal...

Siempre sueña con la libertad. Con volar muy alto. No le importa poder caerse porque aún con las alas rotas nunca ceja en su empeño. 

Le gusta soñar despierta, se imagina en distintos lugares, conociendo diferentes personas y culturas. No le cuesta conocer gente porque su sonrisa es su mejor carta de presentación. 

Quiere cambiar el mundo, bueno no es tan pretenciosa, se conforma con mejorar la vida de quienes acuden a ella. Quiere ayudar a los demás pero no crearles dependencia, por eso, en ocasiones, se aleja. Cree en la bondad de las personas y no duda nunca en poner la otra mejilla.

Es independiente, vive centrada en el momento y por eso no le gusta hacer planes. Siempre dice que el único momento real es el que está sucediendo ahora.

Siempre sueña con la libertad. Con volar muy alto.

"El destino de tu libertad está en el limite de tus pensamientos"

¡¡¡Qué desastre de mañana!!!

Hay días en los que hasta levantarse de la cama puede resultar una misión imposible (panpan, panpanpanpan, panpanpanpan, panpanpanpan, panpan, pirulí, pirulí, piri) y hoy yo me sentí como Tom Cruise.

Me desperté como siempre, con la alegría de poder vivir un día más. Parecía Heidi cantándole al abuelito, pero no sabía que el día no estaba preparado para que yo me levantase, y las nubes no estaban esperando a que yo me posase sobre ellas.

Me levanté de la cama y como siempre busqué el tacto de la alfombra (mi nube) en mis pies pero en su lugar lo que me estaba esperando era la tapa de un boli, que dispuesta como un proyectil, se me clavó en el pie derecho. Así que empecé el día a todo ritmo, dando esos cómicos saltitos mientras me sujetaba el pie con las dos manos. En ese momento mi baile no tenía nada que envidiar al ballet del lago de los cisnes,je je. Mientras seguía con mi particular baile tuve la mala fortuna que al aterrizar de uno de esos saltitos mi pie izquierdo se topó con la pata de la cama, así que Alba se tiró al suelo haciendo una recreación perfecta del capítulo de padre de familia en el que Peter se tira al suelo y comienza con su famoso ahhh...shhh...ahhh...shhh. Me sujetaba los pies con las dos manos mientras me flagelaba por no haber buscado mejor la tapa del boli la tarde anterior. Cuando por fin el dolor empezó a remitir, decidí que era momento de ir a desayunar. Fui a servirme el café pero, cual fue mi sorpresa, cuando al abrir la tapa de la cafetera, me encontré con que allí no había nada, pero como yo soy una persona conformista me dije: "Poner una cafetera para mí sola me parece una tontería así que decidí que hoy desayunaría colacao, bueno cacao que con lo de la crisis hay que ahorrar. Fui a echarme la leche en el vaso y el escaso peso del cartón ya me hizo sospechar de que el contenido no podía ser muy elevado. Mis sospechas se hicieron realidad cuando, al intentar verter la leche del cartón, sólo cayó un chorro que había quedado olvidado por el comensal anterior (mi papi). En ese momento me pregunté, ¿por qué no se habrá servido toda la leche o ha tirado esas cuatro gotas que quedaban? Bueno no pasaba nada porque mi cerebro estaba gestando la venganza. El próximo día yo también dejaría el cartón de leche vacío, y una sonrisa malévola retumbó en mi cabeza, muajaja, muajaja. (Ojala todas las venganzas fuesen así, valga decir que no lo voy a hacer porque sé la rabia que da, jeje).

Y esto solo en la escasa hora que hace que me he levantado. Ahora me toca planchar pero tengo miedo de lo que pueda pasar jeje. Os mantendré informados si ocurren más desastres.

¿Quién dice que una mañana desastrosa no puede ser divertida?

Aprendiendo a correr riesgos...

Me desperté pensando en si forma parte de la genética de los hombres buscar la estabilidad. Queremos estabilidad económica, estabilidad sentimental, estabilidad laboral, estabilidad emocional... ¿Preferimos rendirnos para poder vivir una vida cómoda a correr el riesgo de ser felices? Quizá muchas personas se encuentren conformes viviendo en ese equilibrio que se crea cuando las cosas no están ni muy bien, ni muy mal, pero yo me pregunto, tomando prestada una frase de Diego Torres, ¿a dónde van los sueños?

De pequeños queremos ser astronautas, princesas, profesores, veterinarios, super héroes...pero de mayores queremos llegar a fin de mes, no tener preocupaciones y tener algo de diversión. ¿No os resulta irónico que cuando somos más pequeños es cuando apuntamos más alto? 

Yo, como sigo siendo una niña, quiero correr riesgos para poder conseguir mis sueños. 

Aprendiendo idiomas...

Lo primero es disculparme porque tengo el blog un poco descuidado pero es que mis tíos de Suiza han venido de vacaciones y también quiero estar con ellos, espero que lo entendáis.

Yo pertenezco a una familia de emigrantes. Tres de mis tíos tuvieron que marcharse a otros países para poder llevar una vida que, en aquel entonces, aquí no era posible. Tuvieron que alejarse de sus seres queridos y de todo lo que conocían para poder labrarse un futuro fuera. Sin duda fueron momentos difíciles, pero ellos siempre los recuerdan con cariño.

En verano, cuando nos juntamos todos, ocurre una cosa muy curiosa, y es que en una misma mesa se hablan 5 idiomas distintos (brasileiro, italiano, francés, español y gallego) y nunca tenemos problemas para entendernos. Desde pequeña mis veranos eran así, con gente hablando un idioma u otro y, aunque yo no sé hablar bien ni italiano, ni francés, ni brasileiro, lo cierto es que entiendo bastante. Supongo que será porque mi oido se acostumbró a tantas lenguas.

Yo siempre digo que antes de visitar un país, ya sea de vacaciones o para quedarte una larga temporada, existen una serie de palabras que, para mí, son fundamentales y que, aunque fuese al lugar más perdido del mundo, intentaría aprender. Las palabras son:

Español: Gracias, de nada, por favor, perdona, que aproveche.

Galego: Grazas, de nada, por favor, perdoa, bon proveito.

Brasileiro: Obrigado, de nada, por favor, desculpe, bom proveito.

Italiano: Grazie, prego, per favore, scusa, buon appetito.

Francés: Merci, de rien, s'il vous plaît, excusez moi, bon appétit.

"El desconocimiento de un idioma no está reñido con la educación" 

(Qué poeta soy jeje)