Un día te despiertas y descubres que los cimientos de tu vida están por el suelo. Esos cimientos, que otras personas habían puesto para protegerte, se desquebrajan. Tú tratas de unirlos, pones todo tu empeño, pero lo único que pareces conseguir es que se hagan cada vez más pequeños. En ese momento, te das cuenta y te sientes absurda por considerar que unas cuantas piedras hechas de arcilla y sustentadas por silencios pudiesen ser un guarida segura.
De pronto, y cuando más lo necesitabas, aparece alguien con la que consigues mostrarte tal y como eres, que te quiere y que lo único que le importa es estar contigo, sin importarle el lugar ni la circunstancia. Ahí, te das cuenta de que estás creando una nueva vida, con unos cimientos más sólidos que los anteriores, y te sorprendes al descubrir que esos son reales porque nadie los puso ahí para ti si no que fuiste tú la que los fue forjando.
¡Espero que vuestra felicidad sea eterna!
Gracias, de verdad, gracias por algo asi, me he quedado en shock pero si hay algo que te quiero decir es que aunque tnga a mi perfecta compañia me hace falta tb la tuya porque me hizo falta antes, me hace falta ahora y me hara falta para siempre. Te quiero cabecita loca, mucho, mucho, mucho...
ResponderEliminarYa leia tu blog en la sombra,pero hoy tengo que salir del armario :) Es precioso y más todavía viniendo de alguien especial. Muchas gracias!!!
ResponderEliminarJo, muchas gracias chicas :). Me alegro muchísimo de que os haya gustado. a mí también me encantáis vosotras :). Soy feliz de que os tengais en la vida y de teneros yo en la mía :). Un besazo pichurri y pichona (dios mío que ñoñas sois jejeje)
ResponderEliminarHolaaaa!
ResponderEliminar¡Cómo me alegra encontrar ambientillo! :D
Sobre los cimientos, qué razón llevas, chiquilla... Yo prefiero poner los míos, aunque sean de peor calidad y nadie quiera compartirlos luego, que vivir bajo los cimientos de otro.
Claro que para eso hay que pagar un precio alto, a veces. ¡Pues se paga!
Besotes, Alba...