Hace años se despertó en mi esa pregunta y mi cerebro dormido no lograba hallar la respuesta. ¿Quizá sería pasar más tiempo con la gente a la que quiero? ¿Sería poder adquirir un montón de objetos materiales? No, estaba segura de que ninguna de esas dos respuestas era lo que yo buscaba. Claro que me hacía feliz pasar más tiempo con mis seres queridos, y comprar objetos puede darte una felicidad momentánea, pero yo tenía claro que la respuesta no iba a estar basada ni en los demás ni en aspectos materiales. Me pasé años intentando lograr la respuesta a esa pregunta, pero que razón tiene la frase que dice "cuando no busques lo encontrarás". Pues creo que puedo decir que lo he encontrado o más bien me ha encontrado el a mí.
Estas vacaciones mientras me relajaba y me olvidaba del mundo por unos días, esa sensación de felicidad apareció ante mí. Resulta que cuando yo estaba huyendo de todo, ella estaba buscándome. En uno de esos momentos que me gusta reservarme para mí, no sé por qué pero me gusta tener momentos para estar conmigo misma, pues en uno de esos instantes descubrí lo que me hace más feliz, y es algo a lo que estamos tan acostumbrados que no lo valoramos. Mi momento de mayor felicidad es ver anochecer en la playa. Sentarme en la arena y ver como el sol va cayendo hasta encontrarse con el mar. Parece que por un momento no exista distancia alguna entre el cielo y la tierra. Los colores que surgen de ese momento son de una belleza asombrosa, incluso me atrevo a decir que da miedo ver tanta grandiosidad. Es la mejor puesta en escena para la película de mi vida, el sonido del mar crea la perfecta banda sonora y mis pensamientos son el mejor de los guiones.
Estoy feliz de haber encontrado lo que me hace más feliz :).
"La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días."
Benjamin Franklin
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