¿Alguna vez os habéis planteado si sabéis disfrutar de la vida? Sí, puede parecer una pregunta absurda pero últimamente me la he formulado muchas veces.
En el colegio nos enseñan matemáticas, lengua, geografía...pero no hay ninguna asignatura que te enseñe a vivir.
Cuando somos pequeños sí que sabemos disfrutar, nos pasamos el día jugando, riendo o pataleando. Sabemos lo que queremos y "luchamos" por ello, pero de pronto nuestro pequeño mundo cambia, entramos en el colegio y comienzan las obligaciones. Al principio seguimos sabiendo como divertirnos, corremos a hacer los deberes para tener la tarde libre y poder pasar un buen rato, pero van pasando los años y con ellos empezamos a asumir más responsabilidades, empezamos a tener menos tiempo libre y llegamos a un punto en el que no sabemos que hacer con él.
Un ejemplo podrían ser las madres, muchas trabajan fuera de casa y cuando llegan siguen trabajando, hacen la comida, planchan, friegan...y llega un momento que están tan acostumbradas a esa vida que cuando les queda un hueco libre no saben que hacer.
Desde mi punto de vista muchas veces en esta sociedad está mal visto disfrutar y por eso llega un punto en el que la gente no sabe hacerlo. Si alguien se va de viaje cada vez que tiene un hueco, la gente lo critica porque a ver como paga las facturas, si alguien va a un concierto en la otra punta del mundo, es que no sabe lo que hace, está loco, y así podríamos seguir con un largo etc. Lo que quiero decir es "que la vida es sólo una y hay que vivir el presente" (canción de Don Omar).
Cada día debe tener un momento de disfrute, no deberíamos irnos a la cama ningún día sin al menos haber hecho algo que nos guste. Algo que haga que el día haya merecido la pena, porque nunca sabemos que nos deparará el mañana. Que dices, ¿empezamos a aprender a vivir?
Coincido con tu apreciación. La sociedad se preocupa más de que cumplamos con nuestras obligaciones que de que sepamos aprovechar la vida al máximo. Esto es cosa de cada uno, al parecer.
ResponderEliminarPero me temo que ésa no está contemplada como una de las funciones primordiales de la escuela, que se preocupa más de convertirnos en ciudadanos adaptados a la sociedad en que vivimos.
Es curioso. Cuando los niños llegan al sistema educativo, saben disfrutar de todo: de un helado, de una tarde libre, de una pelota grande... Y, cuando salen de él (si han tenido "éxito"), muchas veces han perdido todo eso que ya sabían y lo han ganado en "preocupaciones sociales".
Es como si el sistema educativo "desenseñara" a disfrutar de la vida o "institucionalizara" (como dicen en la película "Cadena Perpetua").
En mi opinión, aprender a ser felices es algo que está más en manos propias y de quienes nos rodean que de la misma escuela (o sistema educativo, en general), que a fin de cuentas es un instrumento del Estado.
Perdón por el rollazo, ja, ja... Me has hecho conectar las turbinas pa' despegar.
Besotes!
Tienes toda la razón, no toda la responsabilidad tiene que caer en la escuela pero sí que es cierto que cuando eres pequeño pasas más tiempo allí que en tu propia casa.
ResponderEliminarEspero que con el paso del tiempo, tanto el colegio como la familia se den cuenta de lo importante que es formar personas y no meros repetidores de conceptos que con el paso del tiempo ni recuerdas :(.
Muchas gracias por aportarme tu punto de vista, siempre tan acertado por otra parte :).
Un besazo