unwritten

"Live your life with arms wide open, today is where your book begins, the rest is still unwritten". Natasha Bedingfield

miércoles, 22 de junio de 2011

Etiquetas...

Como sabréis los que me leéis a menudo, este sábado he tenido una boda. En este tipo de actos uno debe ir más arreglado de lo normal, es decir, debe ir de etiqueta. No se de donde proviene esa frase hecha, pero mi humilde interpretación es que te dejas tanto dinero en el vestido y todo lo demás que es mejor no quitarle la etiqueta para después del evento poder devolverlo, jeje.
Bueno pero ese no es el motivo de mi entrada, yo quiero hablar de otro tipo de etiquetas, de las que utilizamos para calificar a otras personas o a nosotros mismos. 
Viendo el otro día Supernanny, que me parece un programa muy interesante, había una madre que a su hijo todo el tiempo le decía que era malo, llego a decirle que era hijo de Satán, y os aseguro que el niño era un niño normal, y Supernanny le dijo que no debemos catalogar a los niños porque después es muy difícil deshacerse de las etiquetas.
Desde pequeños nos han etiquetado, nos han dicho: eres alto o bajo, guapo o feo, listo o tonto, moreno o rubio, bueno o malo... existen numerosos apelativos que la personas emplean para "clasificar" a otras pero, aunque no lo hagamos a mala fe, lo cierto es que algo repetido centenares de veces puede convertirse en algo real para quien lo escucha. O lo que es peor, a veces nos etiquetamos a nosotros mismos y ahí si que es complicado hacer callar a la voz interior, esta tiene 24 horas al día para bombardearnos con la misma frase y eso si que es difícil de borrar, no se va ni con aguarrás,jeje.
Cuando era pequeña contaba con una autoestima que no estaba por los suelos, si no más abajo. Ahora no es que tenga una autoestima desbordante, pero si que puedo decir que me quiero, aunque tengo que aprender a quererme todo el tiempo y no a ratos, como es lo que hago. 
Bueno lo que trato de deciros es que es imposible pasar por la vida sin que nadie te ponga una etiqueta o sin que te la pongas tu mismo, pero debemos aprender que, aunque pensemos que somos feos o que no somos inteligentes, debemos pensar que son eso, pensamientos y que por suerte eso es algo que podemos modificar, está en nuestras manos, bueno más bien en nuestra mente, cambiar lo que pensamos.

"No te creas nada de lo que te dicen y créete solo la mitad de lo que ves"

2 comentarios:

  1. Concuerdo en todo contigo en esto de las etiquetas y, sobre todo, en el daño que pueden hacer en las primeras etapas de la vida.

    Cuando somos niños nos vemos reflejados en los ojos de los demás y así diseñamos nuestra autoimagen. Nos colocamos el traje que nos dan los otros y luego... a ver quién es el guapo que lo devuelve...

    Afortunadamente, crecemos y cada vez tiene más peso nuestro propio criterio, las etiquetas que nosotros elegimos para el traje. Aunque, la verdad, yo soy de las que procuran usar la menor cantidad de etiquetas posible. :D

    Los demás seguirán colgándonos etiquetas, porque el ser humano tiene esa tendencia a clasificar (no le gusta lo desconocido), pero uno decide si llevarlas o no como parte del atuendo.

    Ay... Cómo se nota que he dormido mal, ja, ja... Es el calor, chiquilla. Este bendito sur interior se está convirtiendo en una hornilla encendida.

    Besitosss!!

    ResponderEliminar
  2. Yo también siempre procuro no llevar muchas etiquetas y si tengo alguna, siempre intento que sea positiva, que eso siempre sube el ánimo,jeje. De hecho mis amigos siempre me dicen que yo siempre les destaco sus cosas positivas porque la verdad ya sé que de las negativas ya se encargan ellos.

    Manda un poco de calor pa'ca pal norte, que aquí parece que el verano se nos resiste,jeje.

    Un besazooo

    ResponderEliminar